martes, 31 de mayo de 2011

Salimos hacia Hong Kong

Todo comenzó en septiembre, mientras estudiábamos para los exámenes de la universidad recibimos una llamada en la que un conocido empresario de Alicante nos ofrecía la posibilidad de viajar a China para trabajar en la apertura de un restaurante de cocina española, se nos presentó el problema de que hacer con nuestros estudios, se nos ocurrió la posibilidad de buscar alguna colaboración de algún tipo que nos pudiera servir para aprovechar la oportunidad para ampliar nuestro currículum académico, nos empezamos a mover y a través de la gente del restaurante conseguimos también una beca para colaborar en unos laboratorios de análisis de calidad, ya estaba todo arreglado, y con apenas 10 días de antelación dimos nuestra conformidad sin tener apenas tiempo de pensar en lo que se acontecía.

Etermos fueron esos días de preparativos, iba a ser un viaje de tres meses como mínimo y el destino final era una pequeña ciudad, Shantou, de la que ni siquiera aparecía información en internet.

Por fin llegó el momento de partir, 19 de septiembre de 2010, allí estábamos, en la T4 de barajas con nuestras maletas esperando la hora del embarque, hora y media de tranquilo vuelo hasta Londres-Heathrow, dos horas de tranquilo retraso, cambió de compañía aérea incluido, y apenas 14 horas mas tarde el avión tomaba tierra en Hong Kong.

Nada mas bajar del avión nos dimos cuenta de la magnitud con la que allí se hacen las cosas, el aeropuerto de HK fue construído en la pequeña isla de Check Lap Kok, siendo uno de los proyectos de ingeniería mas costosos de la historia.

Como ya imaginábamos, al llegar comprobamos que nos habían perdido las maletas, nos acercamos a uno de los mostradores de atención al cliente y tras un buen rato de discusión el responsable nos pregunto: ¿van a estar mucho tiempo en Hong Kong? o ¿prefieren que les enviemos las maletas a China?, ya os podeis imaginar nuestra cara de sorpresa, después de más de 16 horas de viaje, ¿aún no estábamos en china?


Salimos del aeropuerto para reunirnos con los representantes de la empresa que nos contrataba, lo primero que llamó nuestra atención de esta ciudad es la magnitud de los edificios y el aire británico que aun se respira aquí, los coches circulan por la izquierda y en las monedas aparece la reina de Inglaterra, pero sobre todo el inconfundible olor a comida que envuelve a Hong Kong, en cualquier esquina puedes encontrar puestos de comida tipo snack: brochetas, pasteles...

Hasta 1997 Hong Kong fue el centro del comercio inglés con China, Japón y todo el sureste asiático y que hoy es una de las dos "regiones administrativas especiales" de la República Popular China, que consiste en el mantenimiento de un sistema económico capitalista bajo la soberanía de un país de ideología oficial comunista. Además del sistema económico, mantienen un sistema administrativo y judicial independiente, e incluso su propio sistema de aduanas y fronteras externas.


Era ya la hora de cenar y continuamos nuestra reunión en un restaurante de comida cantonesa, nada tienen que ver estos restaurantes con los que podemos tener en España, lo primero que salta a la vista es la ausencia de servilletas, de cubiertos y que en la carta desaparecen los típicos rollitos de primavera y arroz tres delicias.


La comida en estos restaurantes es muy rica y variada, te sirven el arroz a modo de pan y co

mo tradición el anfitrión no para de rellenar las tazas de té de sus invitados.

Como curiosidad tuvimos la ocasión de probar dos platos típicos: huevos fermentados al té ymedusa con salsa picante y sésamo, el primero un poco biscoso y fuerte de sabor, el segundo en mi opinión un poco insípido y de textura gelatinosa.


Aquí acabó nuestro primer día y volvimos al hotel a por un merecido descanso.



Ya por la mañana, fuimos a tramitar nuestros visados para entrar en China, en principio te conceden una visa para 30 días que puedes renovar a otros 30 si sales de China y vuelves a entrar, simplemente con entrar a HK y volver a salir es suficiente.

Cuando acabamos los papeleos salimos a dar una vuelta y a empaparnos un poco de esta fascinante ciudad, pero todo estaba aún cerrado, en Hong Kong las tiendas cierran muy tarde y aprovechan la salida de la gente de las oficinas para aumentar ventas, no es raro ver una tienda de ropa abierta hasta las once de la noche.



La primera impresión de un turista en Hong Kong es que se encuentra en un mega-centro comercial, aquí puedes encontrar tiendas de todo tipo y sobre todo de las mejores firmas, hay un centro comercial enfrente de otro y al lado de otro. Después de tanto centro comercial nos fuimos a visitar Victoria´s Peak una montaña desde donde puedes contemplar unas de las mejores postales de Hong Kong. A este edificio se accede por un funicular que circula casi en vertical, encontramos además de fabulosas vistas, un complejo comercial como no puede faltar en esta ciudad.


En nuestra primera visita solo pudimos pasar dos días Hong Kong que el jet lag no nos dejó disfrutar demasiado. Al día siguiente partimos para Shantou, pero eso ya lo contaremos en otra ocasión...... no dejeis de leer Suena a Chino.

Continuará...........


再见

(Hasta pronto)